El Atrapasueños Mágico Parte 1



—Duérmete cariño, él te preservará de cualquier peligro mientras descansas, y no debes olvidar las palabras que debes pronunciar para despertar su poder cuando llegue el momento —escuchar a mi madre me ha tranquilizado, pero tengo muchas dudas y un enorme terror a lo que pueda pasar esta noche.
—¿Y si el miedo me deja mudo?, ¿estás segura de que el atrapasueños me escuchará? —al hablar me tiemblan la voz, estoy bastante asustado y solo me calma ver la serena mirada de mi madre.
—Confía en mí, me sentaré en el sillón y estaré toda la noche junto a ti. Eres muy valiente, conseguirás vencerla y salvar así a todos los niños de la aldea. No te soltaré la mano en toda la noche —sentir su calor me da calma y noto como el sueño va llegando, los parpados comienzan a cerrarse y oigo un buenas noches lejano acompañado de un suave beso.
 Me duermo en la tranquilidad de tenerla junto a mí, y de saber que el mágico atrapasueños me protegerá al volver la temida pesadilla.

“Esa noche el sueño comienza de un modo distinto. Me encuentro paseando por un hermoso bosque, rodeado de bonitas flores, las hay de todos los colores y huelen genial; también hay unos árboles muy altos y sus troncos son enormes, si dijera de abrazar a alguno me quedaría a la mitad ¡o menos!
De repente comienzo a escuchar una hermosa voz cantando, y sin poder ni querer evitarlo cojo un camino que se adentra en el bosque, que es de donde proviene.
¡Ohhh! Justo a mi lado hay un puente que cruza el río y sobre él se ven pequeñas luces, son muy brillantes y saltarinas, además es como si me llamaran,…pero si lo cruzo me alejaré de la hermosa voz, no sé qué hacer, bueno en realidad prefiero seguir su luz, parecen pequeñas estrellas, voy a seguirlas.
¿Qué es ese ruido?, el miedo me ha dejado paralizado y no puedo dar un paso, por el camino se ve acercarse una luz, ¿será ella?; cada vez estoy más asustado, aun así debo ser valiente, soy el único que puede ayudar a mis amigos.
Volver a verla me pone los pelos de puntas, me tiemblan hasta los dientes del miedo que tengo, no puedo dejar de pensar el último sueño en el que conseguí escapar por los pelos de su magia, y me dan ganas de llorar al recordar como mi amigo Juan no tuvo tanta suerte.
—¡Vaya, vaya!, nos volvemos a encontrar —escuchar su preciosa voz me atrae, era ella la que cantaba, embauca con sus melodías al igual que hacen las sirenas en el mar.
—¡Si!, he venido para obligarte a romper el hechizo con el que has convertido en malvados a todos los niños de la aldea —me sorprende la seguridad que muestra mi voz cuando en realidad siento pánico al verla cada vez más cerca de mí.
—¡Ja,ja,ja!, ¿tú  solo vas a conseguir algo así? —me estremezco al escuchar su diabólica risa a la vez que me intimida su cercanía. Comienzo a recordar las palabras que me ha enseñado mi madre, ya que cuando se encuentre algo más cerca debo pronunciarlas con voz alta y clara.
—¡Por supuesto que lo haré! No voy a consentir que te hagas poderosa absorbiendo la bondad de los niños —no puedo seguir hablando, el pánico que siento al verla justo enfrente mía me tiene paralizado, me ha engañado, distrayéndome mientras se acercaba lentamente. No recuerdo las palabras…¡Estoy aterrorizado y las lágrimas corren por mi cara! ¡No lo voy a conseguir!
—¡Lucas, estoy aquí!, no estás solo, recuerda las palabras y saca el atrapasueños, él te ayudará —¡es mi madre!, ¿pero, qué hace ella aquí, como ha venido? La rodean las luces que estaban en el puente y se está acercando muy despacio a nosotros.
—¡Qué agradable sorpresa!, no pensé que te atreverías a entrar en el sueño; aquí no tienes poder…¿Sabe tu hijo quién eres?
—¿Qué quiere decir mamá? —no me gusta como mira la bruja a mi madre, sus ojos están llenos de odio.
—Luego te lo explicaré todo cariño, ahora haz lo que debes hacer, eres el único que puede hacerlo —le ha sido imposible seguir hablando, ya que la bruja malvada ha exhalado un rayo hacia ella lanzándola contra el tronco de un enorme pino. La rabia se apodera de mí al ver a mi madre tirada en el suelo, y enfurecido me cuelgo en el cuello el atrapasueños, comenzando a recitar las palabras mágicas con decisión:
Con el poder del atrapasueños y la luz del amor rompo tu maleficio y desaparecerás para siempre
—¡Cállate maldito niño! —me grita enfurecida, la ira que siento por haber atacado a mi madre me da el valor necesario para seguir recitando, mientras que el atrapasueños brilla intensamente bañando con su luz a la hechicera.
—¡Sigue Lucas, no pares! —me grita mi madre que ya está levantada, y se acerca a mí mientras la bruja no para de chillar y maldecir.
—¡Ese poder que tienes niño no impedirá que te quedes atrapado en este sueño, ese será el precio que pagarás por no permitirme absorber tu bondad y romper el hechizo que realicé —he terminado de decir las palabras mágicas y me he quedado petrificado al escuchar la maldición de la bruja.
—¡No puedes hacerme eso! —grito con todas mis fuerzas mientras veo como la hechicera desaparece. Caigo de rodillas en el suelo llorando desconsolado.
—No te preocupes cariño, buscaré el modo de romper este encantamiento y llevate a casa. En ningún momento te quites el atrapasueños, de ese modo estarás protegido de cualquier mal. Te haré dormir hasta mi regreso.
—¿Me vas a dejar aquí mamá? —no he terminado de hacer la pregunta y siento como el sueño cierra mis ojos. Lo último que he sentido ha sido el dulce beso de mi madre en la frente. Sé que ella nunca me abandonará.
                                                                                               

    Victoria Cuesta Prieto y Raquel Garranzo Blanco

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